martes, 24 de abril de 2012

Cloud, almacenamiento en la nube, cloud computing... qué es la nube?




Es posible que en los últimos tiempos haya a empezado a escuchar con mayor frecuencia expresiones como cloud computing o nube. Si se ha perdido por el camino, en tuexperto.com hemos preparado esta pequeña guía para que se ponga al día de una manera rápida y sencilla.
Hasta ahora, nuestros ficheros de trabajo, fotos, vídeos, música, películas, mensajes de correo electrónico se almacenaban en el ordenador. Y, dentro del ordenador, en el disco duro que actúa como archivador de todos estos datos. Para evitar perder estos datos, también existe la posibilidad de hacer una copia de seguridad de los mismos en otros dispositivos que se pueden conectar al ordenador. Nos referimos a productos como un disco duro o una memoria USB, en los que podemos guardar nuestras fotos, textos, vídeos o cualquier otro archivo. Y con una peculiaridad, tanto el ordenador como estos dispositivos los tenemos en nuestro poder. Son productos físicos de ver y tocar que guardamos en casa o en la oficina.
Pero en esto llegó Internet. Con la posibilidad de colgar y almacenar en la Red de redes todo tipo de datos. Y la velocidad de acceso mejoró notablemente. Y entonces es cuando algunas empresas empezaron a ofrecer servicios de almacenamiento directamente en Internet. Aquí es cuando nos subimos a la nube. O al cloud, que en inglés siempre parece que es un término más moderno.
¿Qué entendemos por nube?
Como puede que sepa, la palabreja cloud significa nube en castellano. Y ¿qué se entiende normalmente por nube? Pues cuando últimamente oímos hablar de nube, probablemente se estén refiriendo a un sistema para almacenar datos. Pero con una peculiaridad, no lo tenemos en nuestro poder. En este caso, los datos se almacenan en otras máquinas de empresas como Google, Microsoft o LaCie, por citar algunos ejemplos. Y están siempre disponibles. Pero a través de Internet.
Almacenamiento en la Red
Funciona de una manera sencilla. Nosotros tenemos una cuenta en alguna plataforma de almacenamiento en la nube. Accedemos a ella conectándonos a Internet, y pasamos por algún tipo de verificación de la identidad. Normalmente esto consistirá en poner un nombre de usuario y una contraseña. El proceso se parecerá mucho a acceder a nuestro correo electrónico. Una vez aquí, nosotros tendremos a nuestra disposición todos los archivos que previamente hayamos guardado anteriormente.
¿Y cual es la ventaja de esto? Pues muy sencillo. Alguien escribe un documento para el trabajo en el ordenador de su casa, pongamos por ejemplo, un informe. Lo guarda como un documento de texto en su cuenta en la nube y apaga el ordenador. Al día siguiente, en la oficina, necesita ese documento para explicárselo a un colega. Sin problema, desde cualquier aparato que se conecte a Internet, puede acceder a este documento, entrando a través de su cuenta. De esta manera, podrá mostrarle el documento a su colega en otro ordenador, el móvil o un tablet. De la misma manera, podría enseñar a cualquiera a través de su móvil las fotos que hizo en las últimas vacaciones, o ver en su tablet una película que ha descargado.
¿Y esto es el cloud? Bueno, esta es la parte más visible de un movimiento que se está llevando a cabo en los últimos años. La posibilidad de tener nuestros archivos en la web es, de momento, el producto al que estamos accediendo. Para que se haga una idea, la tendencia es a ir quitándole partes a su ordenador para convertirlo sólo en una ventana a Internet, y estos sistemas de almacenamiento web se han llevado la primera parte: el disco duro.

Cloud computing
Pero esta nube es el comienzo de un nuevo tipo de informática que se conoce ya como cloud computing. Y que sigue avanzando. Imagine que le quitamos una segunda parte, por ejemplo la tarjeta gráfica. ¿Qué conseguiríamos? Con una conexión a Internet suficientemente veloz, todo el engorro de procesar las imágenes de alta definición de un videojuego pasaría a algún superordenador que estaría a cientos o miles de kilómetros del suyo, que es donde estaría jugando. Sería más eficiente energéticamente hablando, y su ordenador sería aun más barato. El problema principal radica en que, al menos en España, no tenemos líneas de Internet de esa velocidad, ni de lejos.
Interrogantes
Así que lo que llamamos cloud o nube hoy en día, consiste básicamente en tener un disco duro colgado en Internet, al que accedemos desde cualquier parte. Si bien la teoría es interesante, también arroja muchos interrogantes.
Hasta el momento, han sido muchos los expertos que han renegado de estos sistemas de almacenamiento, dado que pueden vulnerar la privacidad de los usuarios o limitar su capacidad de acción. El dejar todos los datos privados de nuestros equipos en manos de servidores de terceros es una idea que a mucha gente no le agrada.
Además, existe el problema de que algunos de los sistemas de almacenamiento en la nube más famosos pueden complicar bastante la vida de sus usuarios. Pongamos el ejemplo más famoso: iCloud.
iCloud es el sistema de almacenamiento online que ofrece Apple. Su funcionamiento puede resultar espectacular si disponemos de varios aparatos de la factoría de la manzana. Una foto que tomemos con nuestro teléfono inteligente, el iPhone en este caso, aparece automáticamente en nuestro ordenador Mac o en nuestro iPad. Lo mismo ocurre con cualquier otro archivo que compartamos con cualquiera de estos dispositivos.
Sin embargo, las desventajas también aparecen pronto. Supongamos que disponemos de un iPhone, pero nuestro ordenador de casa no es un Mac, sino un ordenador o un portátil con Windows. En este caso, tendremos que descargar un programa en nuestro ordenador, y pasar por un engorroso sistema de configuración hasta que podamos utilizarlo. Si hemos optado por el software libre y utilizamos un sistema como Ubuntu, directamente tendremos que despedirnos de utilizar este servicio.

Y uno de los puntos más importantes: este servicio no es gratuito. Si optamos por no pagar, sólo dispondremos de 5 GB para almacenar nuestras fotos, vídeos y demás. Es decir, más o menos lo mismo que una memoria USB que podemos llevar a todas partes. A partir de aquí se paga, entre 16 y 80 € anuales dependiendo del tamaño que elijamos. Eso sí, en cualquier caso, no superará los 50 GB.
Es decir, que aun estamos lejos de tener toda nuestra información alojada en un servidor externo y acceder a ella en cualquier parte, aunque si hemos dado los primeros pasos. Muchas firmas apuestan por el almacenamiento en la nube como opción de futuro, y son buen ejemplo los portátiles que ha creado Google, los chromebooks. Estos ordenadores han renunciado prácticamente a tener memoria interna, con el objetivo de que almacenemos nuestros datos en la nube.

El sistema de clouding de esta compañía, Google Docs, es realmente interesante, pues permite que varios usuarios editen un documento de texto o una hoja de cálculo simultáneamente. No obstante, adolece de los mismos problemas de almacenamiento que su homólogo de Apple.
En definitiva, el cloud computing, son todos aquellos procesos que permiten realizar procesos propios de nuestro ordenador/móvil etc. en otra parte, convirtiendo nuestro aparato en una simple ventana a Internet barata y eficiente. Es un proceso futurista, y lo que nos está llegando hasta ahora son los sistemas de almacenamiento en la nube. Unos sistemas con muchas ventajas para el usuario, pero que de momento siguen presentando algunos notables inconvenientes.

Disponible en:  http://www.tuexperto.com/2012/04/03/cloud-computing-%C2%BFque-es-la-nube/ 

miércoles, 11 de abril de 2012

Cómo configurar tu Espacio Personal de Aprendizaje

Escrito por en Hacking Mental

 
Entorno Personal Aprendizaje

La sociedad  y los trabajadores del conocimiento traen consigo nuevas formas de aprendizaje basadas en el aprendizaje informal. Son los Espacios Personales de Aprendizaje.
CitaEl conocimiento no se puede transmitir. Lo que enseñamos no es siempre lo que aprenden los demás.

Sociedad de las redes, trabajadores del conocimiento, Web 2.0, etc., son términos muy usados en los últimos años para tratar de definir la nueva revolución que estamos viviendo gracias fundamentalmente a Internet y a las nuevas formas de relación que acompañan a las redes sociales.

Estos conceptos están inundando todos los aspectos de nuestra vida y la educación y el aprendizaje tampoco son ajenos a este cambio.

Ya hemos hablado en otras ocasiones del paso de la Revolución y de la Sociedad Industrial, a la Revolución de las Redes y la Sociedad del Conocimiento. Esta nueva sociedad requiere de nuevos trabajadores, los knowmadas del conocimiento, que se alimentan fundamentalmente del aprendizaje informal y de los Espacios Personales de Aprendizaje (EPAs).

Parece claro que una sociedad basada cada vez más  en el conocimiento  y menos en la industrialización, necesita nuevos modelos educativos y nuevas formas de aprendizaje. Además cada ‘knowmada’ es distinto y lo más importante, es único. Aprende a lo largo de toda la vida y lo hace de múltiples fuentes. Por eso su aprendizaje también ha de ser único e individualizado, necesita un entorno altamente personalizado.

La evolución hacia los Espacios Personales de Aprendizaje

Las formas de aprendizaje han ido cambiando a lo largo de los años, pero quizás lo estén haciendo de una manera demasiado lenta y muy por detrás de lo que necesitamos.
La tendencia actual pasa por transformar la educación centrada en el profesor, en la que este se encargaba de “incrustar” el conocimiento en nuestros cerebros a golpe de estudio-examen, a una educación basada en el alumno, en la cual es este el responsable de la construcción de su propio conocimiento, mediante herramientas de aprendizaje colaborativo.
El alumno deja de ser un ente reactivo y se convierte en uno proactivo, persigue y construye su propio aprendizaje.
En este camino y sobre todo tras la aparición de Internet, surge el aprendizaje en línea o e-learning y aparecen las primeras tecnologías y plataformas de aprendizaje, que usan en los colegios, universidades y empresas para fomentar la formación entre sus trabajadores y alumnos.
Estas tecnologías están cambiando la forma que tenemos de aprender, porque se rompen todas las barreras geográficas y temporales. Cualquier persona con conexión a Internet puede conectarse hoy al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y realizar muchos de los estupendos cursos que tienen disponibles. Desde cualquier lugar y lo mejor, a cualquier hora.
El problema que tienen estas plataformas es que son muy rígidas y centran el aprendizaje en un único contexto, cuando el aprendizaje informal se caracteriza por su flexibilidad y por nutrirse de  múltiples fuentes y contextos.

Tras la “socialización” de Internet y los nuevos modelos de relación que traen consigo las redes, la educación adquiere una dimensión todavía más global y aparecen los Entornos Personales de Aprendizaje.

Podemos entender los EPAs, como la confluencia natural entre los nuevos modelos de gestión y adquisición del conocimiento a través de las nuevas (ya no tanto) tecnologías,  y la web 2.0

Características de los Entornos Personales de Aprendizaje

La gran mejora que aportan estos entornos, es precisamente la sustitución de la palabra “Virtual” por la palabra “Personal”.
El acento en estos entornos se pone en que cada aprendizaje es único, porque cada persona es única y filtra y adquiere el conocimiento partiendo de unas experiencias previas y de un entorno social determinado.
El entorno de aprendizaje ha de ser además multicontextual, no puede centrarse en un aula, una herramienta o una plataforma. La flexibilidad y el carácter único de los EPAs potencian la adquisición del conocimiento informal.

Cómo gestionar tu Entorno Personal de Aprendizaje

A estas alturas del post te estarás imaginando donde se encuentra tu Entorno Personal de Aprendizaje ¿no? ;-)
Existen plataformas que ya integran EPAs en su estructura y desde los que se pueden configurar a tu gusto las herramientas que se activan. Son muy útiles para aprendizajes en formaciones regladas y ya se están usando en Universidades, Empresas y Colegios para potenciar el aprendizaje.
Yo me quiero centrar en el aprendizaje del todo informal, aquel que obtenemos por nuestra cuenta y que cada día considero más importante. Este se centra en la Red, o mejor dicho: Tu Red.
Quiero aclarar antes de nada que no creo que el aprendizaje se centre exclusivamente en la red digital, sino en la red social, en la que combinamos aprendizaje formal e informal, en nuestra propia Comunidad de Práctica. Es la creación de nuestra propia red la que va a posibilitar la personalización del grado de tu aprendizaje.
Pensemos en el conocimiento como un guiso ¿qué necesitamos para preparar un plato de buena calidad? Ingredientes, receta y elaboración. Cuanto más calidad tengan los ingredientes, mejor sea la receta y bueno sea el proceso de elaboración, mejor resultará el plato. Ahora cambiemos ingredientes, receta y elaboración por información, filtro y gestión del aprendizaje.

Las fuentes de información están ahí, solo hay que saber buscarlas: personas, mentores visibles o invisibles, webs, vídeos, libros,  foros, Wikis, podcast, blogs de gente que ya tiene el aprendizaje recorrido, cursos online, etc. Solo hay que buscar un poco y seguir las referencias y enlaces que incluyen las distintas fuentes.
El filtro de información eres tú. Todos tenemos un filtro por el que hacemos pasar los conocimientos que adquirimos de forma que aprovechamos lo que necesitamos y desechamos el resto.
Es quizás una de los partes más importantes del aprendizaje informal, sobre todo gracias a la avalancha de información que existe hoy en día sobre todos los temas. Cuanto más afinado y calibrado esté nuestro filtro, mejor será nuestro aprendizaje.
Para calibrar el filtro, lo que mejor me ha funcionado hasta ahora es la lectura de grandes cantidades de información (de gran ayuda para ello tener una buena velocidad de lectura), aprender a elaborar mapas mentales, ejercitar mucho el pensamiento lateral, escuchar de forma activa y sobre todo, escribir y reflexionar con otras personas sobre todo ello.
Por último, deberemos elaborar el conocimiento a través de la información obtenida y filtrada. Se trata de enfocar lo que hemos aprendido hacia la utilidad que le queremos dar. Cocinar toda la información a fuego lento y generar un conocimiento único.
En esta parte de elaboración es muy importante el componente social, porque si compartimos nuestro aprendizaje con otras personas, no solo les ayudamos a formar sus propios conocimientos, sino que tendremos la ventaja de sumar sus experiencias a las nuestras.

De la destilación de estos tres elementos obtendremos la esencia de nuestro aprendizaje y lo mejor de todo es que este será único :-)

Y tú, ¿qué herramientas usas para construir tu Espacio Personal de Aprendizaje?

Disponible en: http://www.elefectopigmalion.com/espacio-personal-aprendizaje-epa/